¿Por qué me compré una APACHE?


Muy bien colegas moteros. En esta oportunidad quiero aprovechar las vísperas del cumpleaños de adquisición de mi TVS APACHE RTR 180 color negro, a quién con cariño llamo "La Preta" [Que quiere decir, la negra, en portugués y que no tiene nada que ver con el mundial]. Adquirí esta motocicleta como sucesora de mi primera moto que fue una Bajaj Boxer BM 150 [La Azuleja] de la que pronto haré una reseña también, pues ahora es de mi padre y sigue entre la familia.

Bueno. En primer lugar quiero hacer remembranza de lo que me llevó a elegir a la Preta en aquellos soleados días de Julio de 2013.

MISIÓN BÚSQUEDA

Después de haber disfrutado a medias unos 17.000km con la Azuleja, pues la adquirí en un negocio de esos "en familia" que casi siempre hacen que uno salga mal librado [mezclar plata con sangre es la receta segura para una buena cantidad de dolores de cabeza], me dí a la tarea de hacerme a mi propio medio de transporte. Iba a ser una moto, sin duda alguna, pues la experiencia de mejoramiento en mi calidad de vida después de que tuve entre mis manos a la Azuleja, tanto en la ganancia de tiempo como en la reducción de costos de desplazamiento y en la libertad de tener "ahí la motico" para cuando se antojaba salir con la novia o dar una vueltica a respirar otros aires en la periferia y los pueblos cerca de mi Medellín, me habían demostrado que en esta ciudad, para una persona con un presupuesto mensual amarrado a los caprichos económicos con el nombre de "salario mínimo", la herramienta eficiente para hacer más llevadero el traginar diario era precisamente este ágil vehículo de dos ruedas.

Entonces, trabajando y estudiando, requería movilidad ágil a bajo costo. Para suplir esa necesidad en nuestro mercado encontramos opciones que comenzaban [hablando solo de las nuevas] desde los dos millones de pesos con la AKT NKD y seguían subiendo en función del cubicaje, marca, prestaciones. A pesar de buscar una solución eficiente para mi transporte diario, quería algo más. Sí, haber probado las delicias de rodar por las carreteras de nuestra tierra antioqueña me había agregado algo más a la lista de exigencias. Quería una moto capaz de desenvolverse bien en carretera, en la que pudiera si quisiera, salir cada ocho dias a conocer un pueblo diferente, sin preocuparme demasiado por una caja de cambios limitada o un motor atado a velocidades crucero por debajo de los 80kmh.

Ahora, buscaba una moto que, no solo fuera suficiente para ciudad sino para carretera.

Inicialmente, debido a las limitaciones financieras, pensé en otra Boxer BM150, pues la experiencia con la azuleja fue muy buena y sabía que iba a la fija con una moto que sorprendía en cuanto a rendimiento. Económica, potente y muy fuerzuda, además de guerrera y todera. Sin embargo, esa maña Colombiana de no "quererse poner la misma ropa que el otro" me llevó a mirar otras opciones del mercado, atendiendo además a que ya conocía las limitaciones de la boxer.

La misión entonces fue buscar lo que me ofrecía el mercado, a partir de los 150cc y con un presupuesto cercano a los 4'500.000, ojalá, incluidos los papeles. Estas fueron mis opciones.

LAS OPCIONADAS INICIALMENTE

Honda CBF 150

Vieja conocida en el medio. Caracterizada por su finura y suavidad. Lo que no me gustaba era el peso, que para su volumen y motor la hacía lenta. Eso sumado a que se me parecía mucho a una pulsar y a que entonces era bastante ignorante en el tema de las motos me llevaron a no tenerle muchas ganas.





Pulsar 135 LS
La chica de moda. Andona, muy bonita [sin duda para mí entonces la moto más bonita del mercado] y además famosa por ganarse un record por hacer oficialmente lo que en nuestras poblaciones colombianas se ve como pan de cada día... Cargar un jurgo de gente cual buseta popular. A pesar de quererla mucho [en color gris ratón] desistí más que todo porque era además la favorita entre los ladrones por aquellos días. Se las robaban a diestra y siniestra. Un riesgo que no quería correr.



Honda CBF 125
Sin duda alguna otro diseño que me inquietó mucho por su atrevido carenaje envolvente y su farola desprovista de movimiento. Apodada por muchos, entre ellos mi buen amigo Wider como "La moto de los Power Ranger". Me causaba esa nostalgia de la niñez y hasta me imaginaba bromeando en ella un 31 de octubre disfrazado de Power Ranger [Hasta que me enteré de lo del power ranger rojo y desistí de la idea del disfraz, mas no de la moto]. Con un índice de robo muy bajo respecto a la P135 y un precio muy similar, solo me desmotivaba su ficha técnica. Aunque me la soñaba viajera como esta que les voy a mostrar:
 
Sin embargo el viejo mito de los repuestos caros y el dicho de que "si me caía de ella la conseguida de los repuestos era un martirio" me hizo relegarla.

Yamaha SZR
No me alcanzó a cautivar mucho el lanzamiento que en esos días era muy reciente. Sin embargo fue amor como a quinta vista cuando la monté en el concesionario de Yamaha de la 33 en Medellín.. Siempre he procurado por motos que hagan juego con mi estatura. Sin ser una vara, las motos "chiquitas" siempre me han parecido medio ridículas para mí [Ojo, no se me deliquen que estoy hablando de mí]. SÍ QUE ME GUSTÓ. Se perfilaba como mi compañera de viaje oficial, tanto que hasta me metí en un plan de autofinanciación y metí 350mil pesitos de los ahorritos con la esperanza de ganármela en uno de esos sorteos que luego leyendo cláusulas, me hicieron correr a toda velocidad a recuperar mi platica. Me gustó su ficha técnica, comodidad, posición, estilo, tamaño... Nunca desistí totalmente de ella, lo admito, siempre he pensado que si la tuviera estaría feliz. Luego tuve la infortuna de probar las dichosas llantas TVS en mi Apache [mismas llantas que calza la SZR y creo que el amor me hubiera durado poco].

Apache 160
La ficha técnica más interesante de todas. Un precio alcanzable pero un cierto des-agrado hacia ella por ser "Akt" [Como dije, entonces ignoraba mucho del tema de las motos] Y sumado a los comentarios "cachesudos" de algunos amigos que me decían que "si no era honda o yamaha no era cool" me llevaron a tenerla como una pobre opcionada. En el fondo me gustaba mucho, especialmente por su mecánica, pero me desencantaba lo chaparrita y que no era como muy conocida. Eso sí, ese color Gris mate me parecía totalmente alucinante y hermoso. Primera vez que veía una pintura de serie tan bonita en una moto.


LAS OPCIONES "INALCANZABLES:
Por supuesto que habían otras que me quitaban el sueño. Pero el presupuesto se hacía tan lejano que pensar en ellas me obligaba a esperar por lo menos seis meses más de lo previsto para poderlas comprar y la premura de tener transporte me llevó a tomar decisiones recortando el presupuesto y con él, la lista de opcionadas. Esas inalcanzables son:

La Flamante PULSAR 200NS 
Recién llegadita de India y así amarillita.

Fazer 16. 
Ese perfil viajero me mataba sin dudas, aunque me desenamoré cuando la monté, me pareció "chiquita e incómoda". Ironía que después me tuviera que tragar al comprarme la Apache.

Invicta.
Un poco más barata que la Fazer. con mejor ficha técnica, pero con la sombra de Fanalca infundiendo terror después de la feliz compra. Otra que por precio se me salía de las manos, aunque me parecía cómoda, linda, sofisticada y con un perfil de viajerita super bacano, además por el monoshock y el doble freno de disco. Qué cosota.

¿A FIN DE CUENTAS QUÉ PASÓ?

Pues se llegó la fecha donde debía decidirme. El dinero se iba acumulando y el presupuesto ya alcanzaba para algunas opciones. Viajar a la 33 a preguntar, lolear, desencantarme por la pésima atención en unos almacenes o maravillarme por la atención en otros y todo ese proceso de indecisión que conlleva la compra de una moto.

Un día que no recuerdo. Viernes. me enteré por la página de AKT que iban a realizar el Bodegazo. Entonces, se me ancharon los ojos por las diferencias de precios que anunciaba semejante promoción. De un momento a otro apareció dentro de las opciones una moto que ni siquiera había pensado, pues se salia completamente de presupuesto y que reposaba en dura pelea contra su archinémesis de Bajaj. La Apache RTR 180 tenía esa belleza rara que no se veía muy a menudo por ahí, pero que algunos días andaba loleando mientras miraba a su hermana menor, la opcionada a ser mi nave. Seguía pareciéndome chiquita, pero comenzar a indagar, leer números, cifras, tests, me hizo despertar un interés que logró llevarme ese sábado con total decisión de aventarme por la Apache RTR 180.

La oportunidad era única. Iba a poder comprar una moto con suficiente poder para surcar las carreteras de mi tierra con tranquilidad y poder, una moto más grandecita que diera la talla de mis espectativas, que además traía un equipamento bien interesante y una fama espectacular en su tierra.

Tomada la decisión, el día del bodegazo fuí por mi APACHE, todavía indeciso de lo que compraba. Luego, el 15 de Julio me entregaron a la Preta y yo, claro, en medio de la felicidad y lleno de expectativa, la recibí y casi susurándole le dije - ¡SORPRÉNDEME! - Y entonces. Esas sorpresas, funcionamiento, pros, contras, rendimiento, pecados y demás los podrán leer en mi próxima entrada, donde les compartiré mi experiencia después de un año con la Preta con el mayor detalle que pueda y abordando los aspectos que como motero, considero más importantes en una motocicleta bajo las condiciones en que escogí y actualmente uso.












Comentarios

  1. Hola interensante historia llegue aca por casulidad y me senti algo identificado con tu historia espero mas entradas como esta en el blog saludos

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